formas de reducir tu exposición a la radiación de los ordenadores
La constante exposición a la radiación de los ordenadores podría traer serias consecuencias a la salud de quien se expone a ella. Es por eso que, en esta ocasión, estaremos detallando cuál es la mejor forma de disminuir los riegos de estar expuesto a estos campos electromagnéticos y, evitar que terminen afectando tu salud.
Como bien sabemos, los ordenadores y portátiles así como otros dispositivos electrónicos, producen una gran cantidad de campos electromagnéticos; que, aunque son invisibles, pueden significar un riesgo para la salud humana.
Cuando hablamos de riesgo nos referimos a ciertas enfermedades y molestias que la persona puede empezar a padecer, entre ellas se destacan la depresión, ansiedad, insomnio, irritabilidad, falta de concentración, dolores de cabeza, entre otros.
Pero, ¿cómo evitar que esto ocurra sin dejar de usar el ordenador? Existen varias medidas generales de protección que se pueden emplear para evitarlo.
Consejos para disminuir la constante exposición a ordenadores y portátiles
A estas alturas es casi imposible evadir la tecnología pues, es utilizada en el mundo entero para facilitar el trabajo y la vida cotidiana. Sin embargo, siguiendo estos consejos vas a poder usar tu portátil con tranquilidad sin exponerte a los riesgos que significan las radiaciones electromagnéticas:
Usa conexión a tierra
Siempre será mejor que uses conexión a tierra tanto para los ordenadores de mesa, como para el portátil; el cual lo conectará con un enchufe que tenga toma de tierra. Las conexiones inalámbricas suelen ser una alta fuente de ondas electromagnéticas.
Apuesta por teclado y ratón externo
Puedes usar un teclado y ratón externo para tu portátil pero que estén conectados vía USB, de esa forma podrás mantener distancia con el procesador y la fuente de alimentación que generan los campos electromagnéticos de consideración.
Coloca el dispositivo (ordenador, tablet o laptop) sobre un mueble
Bien puedes situar tu dispositivo sobre una mesa o escritorio en lugar de colocarlo en tus piernas, ya que así no tendrás tanta cercanía a los CEM. Recuerda que, entre más lejos estés de las fuentes de radiación menos riesgos tendrás.
Usa tecnología de protección
En la actualidad existen muchos aparatos que ayudan a proteger el hogar y a las personas de estas radiaciones, como es el caso de los filtros electromagnéticos. Estos actúan recogiendo toda la electricidad sucia existente, evitando así que sea absorbida por las personas.
Asegura la ubicación de tu PC
La radiación de los ordenadores suele emitirse en diversas direcciones, por lo que, resulta importante que busques una buena ubicación para que se reduzca. Debes asegurarte entonces, de que la parte trasera del equipo apunte hacia un área donde no transiten las personas.
Debes saber también, que la segunda fuente de radiación más potente es justamente la parte posterior de la pantalla del ordenador. De igual manera, hay que tratar de mantener una distancia prudencial de los ojos con la pantalla; al menos de 80 cm.
Usa un modelo de ordenador actual
Aunque sea difícil de creer, los modelos de computadora más antiguos son más propensos a emitir ondas electromagnéticas que los modelos más nuevos. De hecho, las computadoras antiguas liberan el doble de la cantidad de radiación que los más modernos.
Apágalo cuando no lo uses
Mientras no estés usando tu ordenador, lo mejor será que lo apagues, de esta manera evitas la constante sobre exposición a los CEM que provienen de él. También puedes desconectarlo de la fuente de energía eléctrica para mayor seguridad.
Aplica un protector para tu piel
Una máscara facial protectora, puede ayudarte a proteger tu piel de los rayos y radiación de la PC; y, que pueden afectar tu piel. Cuando hayas terminado de usar el ordenador, debes lavar tu piel con abundante agua y asegúrate de retirar todas las partículas electromagnéticas, que pudieran quedar adheridas a la superficie exterior de tu piel.
Toma breves descansos regulares
Si usas por tiempo prolongado tu portátil, comenzarás a presentar fatiga visual, sequedad o irritación. Por eso, lo más recomendable es que tomes algunos breves descansos y alejarte lo más que puedas del ordenador cada 20 minutos.