Las micotoxinas, esas sustancias tóxicas producidas por ciertos tipos de moho, son conocidas por contaminar alimentos y ambientes húmedos. Sin embargo, uno de los efectos menos visibles y más preocupantes de estas toxinas es su impacto en el sistema nervioso. ¿Sabías que podrían estar influyendo en tu concentración, tu estado de ánimo e incluso en la aparición de trastornos neurológicos?

En este artículo te explicamos cómo afectan las micotoxinas al cerebro, cuáles son los síntomas más comunes y por qué es importante mantener un entorno libre de humedad y moho.

¿Cómo afectan las micotoxinas al sistema nervioso?

Algunas micotoxinas tienen efectos neurotóxicos, es decir, afectan directamente al funcionamiento del sistema nervioso central y periférico. Estas toxinas pueden ingresar al cuerpo a través de la piel, por inhalación o por ingestión (ya sea a través de alimentos contaminados o del polvo del ambiente interior).

Una vez dentro del organismo, pueden cruzar la barrera hematoencefálica, una protección natural del cerebro frente a sustancias tóxicas. Al hacerlo, interfieren con funciones neurológicas básicas como la transmisión de señales neuronales, la oxigenación cerebral o el equilibrio neuroquímico.

Entre las micotoxinas con efectos más documentados en el sistema nervioso se encuentran:

  • Ocratoxina A: con capacidad neurotóxica y nefrotóxica, puede alterar la estructura cerebral y producir estrés oxidativo.
  • Aflatoxinas: se han asociado con inflamación crónica, estrés celular y disfunción cognitiva.
  • Patulina: presenta efectos sobre el sistema nervioso central y puede alterar funciones cognitivas y motoras.

Síntomas neurológicos asociados a la exposición a micotoxinas

Las personas expuestas a ambientes con presencia de moho o alimentos contaminados por micotoxinas pueden experimentar síntomas sutiles que suelen confundirse con fatiga, estrés o ansiedad. Algunos de los más comunes son:

  • Dolor de cabeza persistente
  • Mareos o sensación de inestabilidad
  • Dificultad para concentrarse o «niebla mental»
  • Alteraciones del sueño (insomnio o somnolencia diurna)
  • Cambios de humor o irritabilidad
  • Fatiga crónica o falta de energía
  • Pérdida de memoria a corto plazo

En casos prolongados o de alta exposición, también se han documentado síntomas más severos como temblores, debilidad muscular, visión borrosa, alteraciones del habla o deterioro cognitivo progresivo.

¿Quiénes son más vulnerables?

Aunque cualquier persona puede verse afectada por la exposición a micotoxinas, existen ciertos grupos especialmente sensibles:

  • Niños y bebés, cuyo sistema nervioso está en desarrollo.
  • Personas mayores, con menor capacidad de desintoxicación.
  • Pacientes inmunodeprimidos o con enfermedades neurodegenerativas previas.
  • Personas que ya padecen hipersensibilidad ambiental o síndrome de fatiga crónica.

¿Cómo reducir el riesgo de exposición?

Para proteger tu salud neurológica, es esencial minimizar la exposición a las micotoxinas tanto en el entorno como en la alimentación:

En casa:

  • Controla la humedad relativa (ideal entre 40 y 60%).
  • Ventila diariamente todos los espacios, especialmente baños y cocinas.
  • Revisa techos, paredes y zonas con posibles filtraciones.
  • Utiliza purificadores de aire con filtros HEPA si hay antecedentes de moho.
  • Considera realizar un diagnóstico ambiental profesional si hay síntomas persistentes sin causa aparente.

En la alimentación:

  • Evita consumir alimentos con moho visible, aunque sea parcial.
  • Compra granos, frutos secos y especias en lugares con buena rotación.
  • Conserva los alimentos secos en lugares frescos y bien ventilados.
  • Lava bien frutas y verduras, y evita almacenar productos húmedos por largo tiempo.

¿Qué hacer si sospechas que tu entorno está afectando tu salud?

Si presentas síntomas persistentes como fatiga, niebla mental o alteraciones del sueño, y sospechas que pueden estar relacionados con la calidad ambiental de tu hogar o lugar de trabajo, es importante actuar cuanto antes.

En Unidad Verde te ayudamos a identificar la presencia de moho y posibles toxinas ambientales a través de un diagnóstico completo. Nuestro equipo puede realizar mediciones de calidad del aire, detección de humedad y análisis de moho, con soluciones personalizadas para recuperar un entorno saludable.

Consulta nuestros servicios de análisis de moho y humedad y da el primer paso hacia una salud neurológica libre de contaminantes invisibles.

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