- Una toxina es una sustancia venenosa producida por células vivas de animales, plantas, bacterias, hongos y otros organismos biológicos: las toxinas producidas por hongos son conocidas como micotoxinas (del griego antiguo μύκης, mýkes ‘hongo’, y el latín toxicum ‘veneno’), y son generadas principalmente por mohos.
- Se pueden encontrar de modo natural en un gran número de productos agrícolas, utilizados como materias primas por ejemplo para la preparación de productos alimenticios para animales. La contaminación del producto puede ocurrir en cualquier punto de la cadena alimenticia, desde la cosecha, pasando por la recolección, almacenaje, transporte, elaboración y conservación.
- Las micotoxinas más conocidas son las Aflatoxinas (de hongos Aspergillus flavus y Aspergillus parasiticus) ; las Toxinas de fusarium (Género Fusarium. Fusarium graminearum); la Ocratoxina A (del Aspergillus ochraceus y Penicillium verrucosum); la Patulina (de Penicillium, Aspergillus y Byssochlamys); Citrinina (producida por varias especies de Aspergillus, Penicillium y Monascus); los Alcaloides ergóticos (alcaloides del cornezuelo del centeno-Claviceps purpurea) y las Toxinas de Alternaria (de Alternaria Alternata).
- Las Aflatoxinas están presentes en sorgo, soja, maíz, trigo y cebada. Los síntomas y patologías relacionadas son: hemorragias en el tracto intestinal y los riñones, inmunosupresión, diversas enfermedades del hígado (hepatotoxicidad y hepatocarcinogénesis), y efectos teratogénicos, es decir, que tienen el potencial de interrumpir el crecimiento y desarrollo normal si entra en contacto con un embrión o feto, provocando malformaciones congénitas o defectos de nacimiento.
- Las toxinas de Fusarium son patógenos emergentes prevalentes en diferentes sustratos de todo el mundo. Pueden causar infecciones cutáneas locales, incluidas onicomicosis, infecciones en heridas quirúrgicas o úlceras preexistentes, además de infecciones diseminadas.
- La Ocratoxina A, presente en la cebada, avena, trigo, centeno. Es nefrotóxica (ejerce su toxicidad en los riñones), carcinogénica, se relaciona con daño leve del hígado y con la enteritis (inflamación del intestino delgado). Además, presenta al igual que las Aflatoxinas efectos teratogénicos e inmunosupresión.
- La Patulina a menudo se encuentra en manzanas podridas y productos de manzana, pero también puede aparecer en varias frutas enmohecidas, granos y otros alimentos. Tiene efectos mutagénicos (cambios en el ADN celular); genotóxicos (capacidad para causar daño al material genético; el daño en el material genético incluye no sólo al ADN, sino también a todos aquellos componentes celulares que se encuentran relacionados con la funcionalidad y comportamiento de los cromosomas dentro de la célula); neurotóxicos (efectos adversos en el sistema nervioso central, el sistema nervioso periférico y los órganos de los sentidos) e inmunosupresores.
- La Citrinina generalmente se forma en los cereales después de la cosecha, durante el almacenamiento. Pero también se da en otros productos vegetales como judías, frutas, zumos de frutas y vegetales, hierbas y especias, y también en productos lácteos en mal estado. La citrinina tiene efectos nefrotóxicos, teratogénicos y hepatotóxicos.
- Por otra parte los Alcaloides ergóticos están asociados con el ergotismo, valga la redundancia, también conocido como ergotoxicosis, intoxicación por cornezuelo de centeno y fuego de San Antonio. Sus síntomas se dividen en convulsivos (convulsiones y espasmos dolorosos, diarrea, parestesias, picazón, efectos mentales que incluyen manía o psicosis, dolores de cabeza, náuseas y vómitos) y gangrenosos (vasoconstricción inducida por los alcaloides). Produjeron intoxicación y muertes durante varias centurias en la Europa de la Edad Media.
- La Alternaria Alternata es el moho más prevalente en climas secos y cálidos. Es principalmente un hongo de exterior que crece habitualmente en la vegetación. Sin embargo, la especie también se puede encontrar en interiores, donde prefiere los lugares húmedos como los baños, y a menudo produce grandes esporas marrones que son una causa conocida de alergia y asma. Se encuentra con frecuencia en el suelo y en medios tales como plantas, granos de cereales, hierba, ensilado de maíz, madera podrida, ladrillos, lonas, hierro, compost y nidos de aves. También se puede encontrar en una gran cantidad de alimentos como tomates, pepinos, coliflores, pimientos, manzanas, melones, mandarinas, naranjas, limones y semillas de girasol.
- Si vemos alimentos con hongos visibles la opción más responsable será deshacernos de ellos, ya que producto de los mismos podrán estar contaminados por micotoxinas no visibles para el ojo humano.
Puede haber algunas excepciones en las que no haya que deshacerse del alimento entero, como en el caso de alimentos no húmedos y firmes, como los quesos, en los que puede bastar retirar el pedazo contaminado sumando un perímetro de unos 2 o 3 cm.
- La prevención y el control de las micotoxinas, y por ende de las micotoxicosis, se basan en medidas de higiene y buenas prácticas agrícolas. Esto incluye la selección cuidadosa de semillas, el control de la humedad y la temperatura durante el almacenamiento, el procesamiento adecuado de los granos y la eliminación de los granos contaminados.
- Aunque hayamos hablado de las particularidades de algunas de las más conocidas micotoxinas, puede sospechar de una micotoxicosis si tiene un cuadro que incluya dolor abdominal, vómitos, diarrea, fiebre, ictericia, tos, irritación y trastornos neurológicos. Dichas intoxicaciones pueden ser cualitativamente diferentes dependiendo de la micotoxina y por supuesto cuantitativamente dependientes de la cantidad inhalada o ingerida.
- Para evitar esto en casa, hay algunas medidas básicas que debemos hacer siempre en la medida de lo posible: controlar la humedad, ventilar adecuadamente y estar pendiente a posibles fugas de agua.
Si sospechamos que podemos tener problemas de moho en casa, se puede pedir una consultoría para analizar la casa en la página de contacto de esta misma página web.
- Como curiosidad final, existen muchos aceites esenciales que aparte de actividad antimicrobiana o antiviral, tienen actividad antimicótica. Algunos de los más populares son aceite de árbol de té, corteza de canela y mirra. Además otros que se utilizan para tratar infecciones por hongos son el aceite de menta, aceite de clavo, aceite de hinojo y el de lavanda.
Webgrafía
http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0798-72692005000400005
https://www.revista.unam.mx/vol.18/num6/art46/index.html
https://www.aesan.gob.es/AECOSAN/web/seguridad_alimentaria/subdetalle/micotoxinas.htm
https://biositio.com/micotoxicosis-enfermedades-causadas-por-toxinas-fungicas/